al final, nunca, nada.

Las palabras matan.
Pero los sentimientos: ahogan,
asfixian...
En definitiva,
te atrapan.

Después de tanto mal.
Ahora queda en vano.
Después de tantas lágrimas,
ahora son pantanos.

Se ha vuelto todo tan inútil.
Tan innecesario.
Que ni siquiera es vacío.
Solo es algo.
Que no sé cómo calificarlo.

Ya no (hay) ganas.
Ahora solo (te) pierdes.
Entre todo lo perdido.

Aún recuerdo cuando me decías,
"que el que no arriesga, no gana".
Lo arriesgaste todo y ahora tienes
eso: nada.

Comentarios

Entradas populares