Anticiclón. Leiva vs ferreiro

No tengo palabras.
Estoy muda.
Y estos son intentos forzados de sacar algo.
Aunque sea de mis manos.

Siento felicidad.
Paz.
Un nudo deshecho en el estómago.

Aún siento tu mano cálida sobre la mía, casi fría.
La calidez de tu alma,
abrigándome el corazón cuando solo tenía lágrimas y desconsuelo.

Yo no quiero poemas ni te quieros.
No los necesito, no me hacen falta.
Me bastan otras cosas para ser feliz.
Todo lo otro me sobra.

No sé si alguna vez nos haremos daño. No me preocupa.
Tengo claro que si eso ocurre, será siempre sin querer.

Eres un ser de luz, que ilumina tanto mi vida.
Tan único, tan especial.
Que ojalá todxs tengan la capacidad de valorarte y apreciarte como te mereces.

Y sí, intento encontrar un fallo en ti. Pero no aparece. 
Ya sé que eres tan humanamente imperfecto. 
Pero lo que muestras y demuestras es tan puro, 
tan bello, tan sincero.
Que solo siento por ti: admiración y ternura.

Carlos, eres intangible.


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