La salvación

Ya no siento el peso de tus brazos sobre mi cuerpo, todavía me falta la fuerza con la que me rodeaban.

Me doy cuenta de que necesito ese calor que no conocía hasta que llegó el día que te cruzaste en mi vida.

Me diste el cariño que luego tuve que inventar, pero fueron las alas que me hicieron llegar al amor propio. Ese que nunca antes había considerado porque siempre creí que no lo merecía. Desde pequeña me hicieron llegar a esa conclusión. 

Y ahora me siento tan libre, tan mía. Tan indiferente a las opiniones de los demás. Tan ajena al mal. Me acuerdo de como propiciaste esto, como un detonante a mi estallido. Ojalá lo hubieras visto pero te fuiste y yo me quedé con las palabras que tenía guardadas en la recámara, las que ahora te escribo.

Esas que aquí están plasmadas.

Comentarios

Entradas populares