Domitila

 Anoche soñé contigo, remodelaban tu piso y tú estabas ahí contemplando la obra acabada. Sin entender la modernidad, un poco indignada. Te recuerdo de espaldas, en una imagen que me he inventado pero a ti, te he sacado de una realidad que ya no existe. Me alegraba mucho de verte porque desde 2017 no has vuelto.  Han pasado casi siete años y lo verbalizo ahora que escribo esto. Trato de creérmelo porque lo que verbalizas es verdad. Las palabras hacen que lo sea, definiendo ese algo. Y tú, vuelves hoy, lunes 3 de junio de 2024, en la semana en la que me gradúo. Abuela, he estudiado un doble grado, o sea dos carreras. He aprendido mucho y a la vez que no sé nada. Siempre supiste que quería hacer derecho, o al menos eso era lo que decía. Lo que no sabes es que lo terminé haciendo y esta semana, me gradúo. Vale, sí, ya te lo he dicho. Se me hace raro pensar que no estás, tu ausencia para mi es como la espera de un viaje que no regresa. Me acuerdo mucho de ti porque cada día me parezco más. Mi carácter, diría que es muy tuyo o al menos, es parecido al que yo conocí. No sé nada más allá, ni si quiera sé lo que hay más acá. Me ha gustado volver a verte, de esta forma que no puedo llamar ficticia porque eras tu de verdad. Y tú estás siempre, aquí conmigo aunque no te vea. Siempre estás.