Ojalá todo fuera más fácil, ojalá pudiera abrirme a cualquiera, ojalá no tuviera este miedo perpetuo al rechazo, ojalá fuese más libre de mi, ojalá el dolor no me hiciera tanto daño, ojalá no desear tanto.
No me victimizo, me dieron el deseo y es lo que conozco. El más allá existe pero no lo he visto. Vivo con la nostalgia rezagada de poder ser y busco la versión más honesta de mi. Me llevo al límite, me gusta ir hasta ahí.
Sin puntos medios, solo comas que me dejo. Lloro, recurrentemente. Lloro porque no sé qué me está pasando. Me detesto, me abrazo, me miro, me ignoro, todo gira sobre mi. Mi cuerpo, lo llevo yo y mi mente no sabe a dónde ir. Acabo yendo a sitios, en medio de gente, haciendo nada. Como si estuviera bien
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